
En 383 páginas quedó condensado el Decreto Único Aduanero,
que este miércoles vio finalmente la luz tras la firma por el Presidente de la
República después de varios años de espera.
Según confirmó José Andrés Romero, director de la Dian, se trata de la primera fase de la normatividad,
en la que no solo se recopila y modernizan todas las reglas para darles
seguridad jurídica a los empresarios del comercio exterior, sino que se incluye ese 25 por
ciento del estatuto que no había entrado a regir.
Facilitar el comercio exterior es el punto clave,
lo que a la larga redundará en un eficiente control al contrabando y, por esa
vía, un incremento del recaudo por la actividad externa, cuyos números aún no
se han calculado.
La meta de la Dian, según indicó Romero, es promover las buenas prácticas en el
comercio exterior, partiendo de la confianza que se edifique con el importador
y exportador, para lo que a partir de marzo del próximo año, el decreto suprime
las figuras de usuario aduanero permanente y usuario altamente exportador, para
dejar solo el operador económico autorizado (OEA) y el usuario de confianza.
Del primero ya hay 72 inscritos y 200 solicitudes en camino, según la Dian. Estas personas
jurídicas pasan por una evaluación profunda en su accionar que posteriormente
les da el derecho a transitar su mercancía sin mucha revisión, tras haber ganado la
confianza de la autoridad aduanera.
“Hoy se molesta por igual a todo mundo. Ahora se
les facilitará el camino a los contribuyentes que cumplan con la ley, y se
atacará a los ilegales”.
El funcionario indicó que el estatuto entra a regir el 3 de agosto, y
precisamente dentro de dos meses se estará inaugurando el Centro Nacional de
Monitoreo, que liberará toda una dinámica de seguimiento de la mercancía. Una
vez implementado este avance tecnológico que permitirá conectar las cámaras de
los puertos con los escáneres y rastrear todo lo que pasa en los puntos de
desembarque de las mercancías, se continuará hacia la obligatoriedad de
instalar los chips electrónicos, que son una especie de GPS que sella los
contenedores y les permite tener seguridad tanto al exportador como a la Dian.
Como la tramitomanía es una de las realidades que a veces conducen a los
involucrados en el comercio exterior a acudir a prácticas de corrupción para
agilizar los procesos, la entidad confirmó que ha reducido 18 trámites. Por ejemplo, se
elimina la obligación de informar cambio de dirección y similares, pues solo
bastará con la actualización del RUT.
Hoy se
molesta por igual a todo mundo. Ahora se les facilitará el camino a los
contribuyentes que cumplan con la ley, y se atacará a los ilegales
Adicionalmente, han dispuesto varias herramientas para
promover el ahorro en costos y tiempos a los empresarios del comercio exterior. Es así como se ha
organizado la ventanilla única, el trabajo más eficiente de los inspectores de
aduanas y las inspecciones no intrusivas, con lo cual habrá una mayor agilidad
en el desaduanamiento de la mercancía.
Sobre el eslabón que el comercio electrónico representa, y que está creciendo
cada vez más y preocupa a los comerciantes tradicionales, Romero precisó que ya
hay resultados con las plataformas digitales, alrededor de las cuales el país
está recaudando 15 millones de dólares bimestrales ($ 45 mil millones) y se
están generando auditorías para que paguen el IVA.
Larga espera
El presidente de la Asociación Nacional de Comercio
Exterior (Analdex), Javier Díaz, destacó que recibe con optimismo la expedición
del decreto, el cual “estábamos esperando hace rato”.
Además, Díaz destaca
que a esta norma se llegó luego de un largo proceso de concertación, y agrega que están revisando
la norma expedida, pues tiene cambios con respecto a lo que se planteó durante
el proceso.
“Nos preocupa la eliminación del UAP y queremos mirar con atención la
reglamentación de temas como el de los usuarios de confianza”, dice Díaz.
Señala también la inquietud sobre la operación, teniendo en cuenta la capacidad
tecnológica de la Dian. Igualmente, el directivo destaca que el decreto
resuelve el tema de vigencias. Fuente: El Tiempo.